La joya de Moraleja es una imagen de la Virgen del Rosario atribuida a Berruguete, que se encuentra en el retablo barroco de la iglesia de San Boal.
Uno de los pueblos con menor población de la provincia; rodeado todo él de pinos y en el que son merecedoras de ver sus espléndidas puestas de sol. Dicen que en otro tiempo hubo tantos morales como hornos de pan, así surge el nombre del lugar.
Entre su caserío de adobe y ladrillo, se erige como santo y seña de la población la Iglesia de San Boal, del siglo XVIII, barroca, de la cual sólo queda la torre y la sacristía, que es donde celebran la eucaristía. Puede visitarse contactando con el Ayuntamiento.
Las fiestas, que son dos se celebran en fechas atractivas por el buen tiempo. Así las primeras son las de San Boal el 20 de mayo, con bailes y una comida que ofrece el ayuntamiento. Las segundas son las de Santa Ana, el 26 de julio, donde además hay un partido de pelota.